La Iglesia

Creemos en Dios el creador de todo, en su hijo Jesús quien murió y resucitó para redimirnos, en el glorioso Espíritu Santo quien es nuestro consolador y en la Biblia como la palabra de Dios.

Creemos en servirle a Dios con santidad pasión para impulsar el Reino y cumplir su propósito para esta nación siguiendo la visión de nuestro padre el Apóstol Hugo López. Nos entregamos en oración intercesión porque conocemos que nuestro clamor es muy poderoso.

Predicamos el evangelio y nuestro mayor gozo es ganar almas para Cristo, levantar discípulos para su Reino y ser canales para traer grandes milagros.

El pastor Juan Bravo, Director Nacional del Ministerio Mundial Maranatha en Perú, acompañado de su esposa Ruelly Bravo, empezaron su trayectoria en el año 2003, un 10 de marzo.

Desde entonces, vienen desarrollando

con pasión, un trabajo entrega, amor y fe a la obra de Dios en esta hermosa nación.

Cuentan con iglesias en diversos distritos de Lima y Perú, llenando así a la nación con la gloria de Dios… Sirviendo a la comunidad y enseñando a cada creyente a crecer espiritualmente, conquistar y vivir una vida de fe que agrade a Dios. Esperan con ansias hacer lo mismo por ti.

Se encuentran entregados por completo a la causa de Cristo, bajo la dirección de nuestro apóstol Nahúm Rosario, fundador del ministerio, y del apóstol Hugo López, director apostólico en Colombia.

El Apóstol Nahúm Rosario es el fundador del Ministerio de Avivamiento Mundial Maranatha, con sede principal en Panamá. Está conformado por más de 700 iglesias en todo el mundo, que abarcan América del Norte, América Central, América del Sur, Europa, África y Asia. Todas estas están bajo la cobertura espiritual del Apóstol del Señor, llevando así a sus naciones palabras de fe, por el poder del Espíritu Santo.
Un trabajo que inició en 1974, cuando Dios dio a luz una visión en el corazón de un hombre sencillo, para llenar la Tierra con Su gloria.

 

“En el verano del 1984 el Espíritu Santo me habló definidamente sobre la necesidad de tener una visión mundial; la cual yo no entendí completamente en el momento.
El Espíritu Santo me dijo que Él nos estaba llamando a ser una iglesia apostólica con el propósito de bendecir a las naciones.”